jueves, 24 de febrero de 2011

Manuel Polo y Peyrolón

Manuel Polo y Peyrolón fué catedrático de Psicología, Lógica y Ética, nacido en Cañete (Cuenca) el 11 de junio de 1846, y fallecido en Valencia en abril de 1918.


Estudió derecho y filosofía y letras en Valencia y Madrid, y el curso 1868-69 explicó Metafísica en la Universidad de Valencia. Obtuvo en 1870 la cátedra de Psicología, Lógica y Ética del Instituto de Teruel, trasladándose en 1879 al de Valencia. 


Activo propagandista católico desde el tradicionalismo, León XIII le condecoró con la cruz Pro Ecclesia et Pontifice. Fue diputado en el Congreso por Valencia, y en 1907 senador, cargo que también desempeñaba al fallecer.

En valencia capital hay una calle cercana al estadio Mestalla que recibe el nombre de Manuel, la calle Polo y Peyrolón.

En la vida uno nace, crece, se reproduce y entre estos hitos realiza acciones que forman parte o conllevan al significado del verbo “vivir”.

Cada mañana en África, una gacela se despierta, sabe que debe correr frente al león, o perderá la vida.

Cada mañana en África, un león se despierta, sabe que deber correr detrás de la gacela, o morirá de hambre.

Cuando el sol se levante, no importa donde estés o si eres León o Gacela. Será mejor que empieces a correr por tu vida...

El otro día, realizando una actividad sin importancia como es quedar con dos amigos para echar una timba en la Play2 al juego Pro Evolution Soccer recibí un comentario por parte de uno de estos en los inicios de un partido.

Tras expulsarle a un jugador de su equipo me dijo: “Sabes que esto no afecta al resultado del partido, pues es como el león y la gacela… ¿alguna vez has visto a una gacela comerse a un león? No, ¿verdad? Pues aquí tu eres la gacela y yo soy el león.”

Si me desplazo en el tiempo hacía atrás no muy rápido ni a una distancia temporal muy lejana soy consciente de que hubiese respondido con algún comentario digno del mismo estilo que el que acababa de recibir pero en esta ocasión actué de forma distinta. Simplemente pensé que hay momentos en los que es mejor callarse, esperar tranquilamente a que ciertas cosas terminen y entonces hablar o seguir callado.

Aquel partido lo gané de forma humillante para mi rival y amigo y como consecuencia de su comentario propinado de forma tan directa y sin pensar en las repercusiones de tal hecho no tuve otro remedio que simplemente, de forma elegante y sutil repetirle su mismo comentario.

Esa noche mi amigo cenó por la zona de Polo y Peyrolón, en Valencia capital, en un sitio de ibéricos no sin antes tomarse un buen aperitivo de humillación servido por mí y elaborado con tiempo y de forma cuidadosa.

Espero que te aproveche, payaso.

sábado, 19 de febrero de 2011

[Cuento de nochevieja] Día 1 de enero en Granada

Nos levantamos el día 1 de enero de 2011 con la intención de ir a Sierra Nevada, unos a echarse bolas de nieve, otros a tirarse en trineo, hacer un muñeco de nieve, etc…

Después de un almuerzo tranquilo, la prensa leída y el día empezado nos dirigimos a coger nuestros vehículos a motor. Dijimos, “nos vemos en la incorporación a la carretera hacia Motril”.

No fue así, pero una vez cogida la carretera en dirección hacia Motril, no había perdida.

Sierras Nevada está a una media hora de Granada, muy cerquita. La estación en sí es increíble, tiendas, escuelas de esquí, garitos donde echar un mordisco y reponer fuerzas, etc…

El grupo A adelantó su llegada a Sierra Nevada en una hora larga…. más o menos.

Como se sabía que estaba cerca y que tendríamos tiempo de sobra para realizar el trayecto, el grupo B de forma certera decidió irse unos 80km en dirección Motril, de excursión. Pasamos por Lanjarón, donde el agua….que chulo.

Luego decidimos volver… e ir a Sierra Nevada, a ver la nieve y esas cosas. Sobretodo a nuestro conductor le apetecía mucho mucho mucho.

Al volver a Granada, dejamos el coche en un parking de la zona. Se quedó parado el ascensor unos segundos entre planta y planta. La cara del conductor alocado fue un poema.

Por la tarde dimos una vuelta por Granada, viendo iglesias, parques, tenderetes, etc… muy bonito todo…

Ya por la tarde-noche el grupo A se fue al hostal a recuperar algo de fuerzas, ducharse y esas cosas… y mientras tanto el grupo B se quedó de tapeo, birras y demás… Cuando ya llevábamos un litro de cerveza cada uno ingerida nos fuimos a una tetería a hacernos un te y una cachimba, que bueno.

El grupo B y el grupo A se volvieron a unir más tarde, para cenar algo. Fuimos al mismo sitio donde estuvimos de cena en Nochevieja, con aquella camarera de Málaga, que chica…. Inolvidable para algunos.

Y al día siguiente… nos levantamos dando un salto mortal, salimos a la calle, almorzamos, unos antes que otros… luego fuimos a ver baños turcos… algunos integrantes incluso se habían traído bikinis… impresionante, que planificación. Anduvimos por las calles de Granada repletas de gente. Las chicas y un servidor apuramos para hacer las últimas compras…pendientes, bolsito hippy-longo y una cachimba roja, tabaco de cerezas y carbón.

Luego salimos con el coche, nada, un viaje tranquilo en el que batimos records. Alcanzamos nuestro destino a tiempo para que me pudiera ir a Mestalla a ver la segunda parte de un partido en el que ganamos por gol de Mata en la segunda parte, ya en el minuto 90 cumplido de partido.

Como no olvidar el break al principio de trayecto para comer en Guadix, en ese bar “sin nombre”, en esa plaza con luces de las que me gustan a mí, una plaza vieja, de años, de siglos de antigüedad. Menos mal que vi a un chaval disfrazado de braveheart que nos orientó para llegar al bareto.

Fin del cuento de Nochevieja.